domingo, 14 de septiembre de 2014

Así nos va

Uno de los pilares básicos para el avance de los pueblos es la cultura y el interés de sus políticos para que ello sea así. Hace unos días, realizando el repaso de la actualidad informativa en medios de comunicación, me paré en una noticia que ya conocía con anterioridad. Esta era que la Junta de Andalucía, más concretamente la Consejería de Educación, realizaba una prohibición al profesorado andaluz para que no recomendase como libros de lectura, todos aquellos que no estaban incluidos en una lista que la propia Consejería prepara previamente y más tarde entrega a las instituciones docentes de la Comunidad para que luego sean utilizadas por el alumnado para su lectura o análisis  en clase.

El argumento que la Consejería cita para impedir otro tipo de lecturas es que con ello se fomenta la igualdad de oportunidades. O sea, que leer o recomendar libros que están fuera del curriculum escolar fomenta la desigualdad al existir colectivos que no tienen posibilidades de adquisición de determinados libros. Argumento falaz. 

Da la casualidad de que la tesis sostenida por los' mandamases' de la Consejería de Educación hace que libros como el Romancero Gitano, Don Quijote de la Mancha, Bodas de Sangre, etc. , queden fuera del circuito de lectura del alumnado andaluz. Clásicos que han formado parte de la formación integral de generaciones anteriores y que han dado una visión más exacta de etapas, más o menos fructíferas, de nuestra Historia anterior, y que gracias a nuestros políticos es casi desconocida o conocida muy parcialmente por el alumnado de las distintas autonomías. 

A pesar de que por los datos obtenidos en las pruebas Escala y Prisa han mejorado los conocimientos de los alumnos andaluces, el mantenimiento de medidas como la anterior nos introduce a una alienación de éstos por el dirigismo de las autoridades políticas, al no dejar actuar al profesorado que es quien mejor conoce el desarrollo intelectual del alumnado de Andalucía y sus necesidades. Decir que si se deja mano libre para que el profesorado haga lo que tiene que hacer es propiciar la desigualdad de oportunidades, es la mayor tontería que un político o una institución puede decir, ya que en la actualidad existen multitud de cauces para que todos los alumnos puedan acceder a cualquier tipo de lecturas. El maestro o el profesor tiene los medios para que esta desigualdad no se llegue a producir en el entorno escolar. Y yo me pregunto, ¿acaso las autoridades académicas andaluzas ponen los medios adecuados para frenar que el alumnado no pueda acceder en Internet a millones de páginas porno, sexo, maltratos físicos y psicológicos, potenciadoras de la bulimia, consumismo exacerbado, etc. , a las que llegan libremente, sin ningún tipo de freno...? . La respuesta es No. Solo venimos a preocuparnos de que el alumnado no lea determinadas lecturas que puedan completar su formación personal, en aras de una mal llamada desigualdad social. 

Creo que el mantenimiento de esta medida por parte de la Junta de Andalucía no hace sino crear un agravio comparativo con alumnos de otras autonomías, al mismo tiempo que se pone freno ilógico, por decreto, a la actividad docente en las aulas.


Foto.- Enero de 2006. Asistentes a la conferencia sobre perros guía organizada por el Cub de Leones de Huércal-Overa en la sede social de la ONCE de la localidad