En los últimos años, sobre todo
meses, está muy en boga y se utiliza en reiteradas ocasiones el término ‘fuga
de cerebros’. Y se utiliza para hablar de una consecuencia de esta crisis, una
crisis que no terminaba de llegar y que ahora no se quiere ir.
Pero me resulta realmente curioso
que se hable de una situación como nueva cuando es algo que lleva ocurriendo en
nuestro país, no dos, ni tres, ni siquiera cinco años, sino que es algo que
lleva pasando mucho más tiempo. Seamos realistas, los gobiernos españoles no
han destacado nunca por grandes inversiones ni en investigación, ni en cultura,
entre otras áreas, y ya no solo hablamos de grandes inversiones económicas sino
también de promoción, de apostar por ello, de fomento, de crecimiento.
Artistas, investigadores,
científicos…han tenido que emigrar a otros países del mundo porque en su
momento, igual que ahora, no tuvieron el apoyo de quien debía involucrarse en
algo que incumbe a nuestros superiores porque es algo que conformará nuestro
país, lo que seremos, lo que verán los demás de nosotros, y lo que nos
enriquecerá.
Es verdad que ahora llamamos
‘fuga de cerebros’ a una situación algo diferente, ya que se refiere sobre todo
a jóvenes más que formados, con carreras universitarias, másters, idiomas…que
no consiguen un trabajo que se adecue esta formación.
Pero no sé de que nos extrañamos,
cuando este país estaba en esos años de bonanza, donde todo el mundo disponía
de lo que quería, donde lo importante
era tener, tener y tener sin pensar en el futuro, todos esos investigadores,
artistas, científicos…tuvieron que abandonar España hacía lugares donde
realmente si se valorase su trabajo, donde se apostara por el verdadero
crecimiento y por el conocimiento.
Ahora es cuando interesa echarse
las manos a la cabeza, antes el tema no existía.
Foto. Reunión de antiguos alumnos del I.E.S 'Cura Valera', promoción 95-99. (2005)
Carolina Aznar