Hace
unos días comentaba que en estos tiempos nuestros políticos tenían que estar
ocupados haciendo examen de conciencia por lo hecho y realizado en la
legislatura. De igual manera, también comentaba que a nivel local la
rumorología ya empezaba a campar a sus anchas con indicios, no siempre veraces,
del número de grupos políticos que parecía se iban a presentar a las
municipales.
Y
este movimiento se ha venido a confirmar por la encuesta que se ha realizado a
ciudadanos y votantes de toda la provincia, incluido el que suscribe, y en la
que se preguntaba, fundamentalmente, por distintas personas y partidos del arco
político provincial, incluidas las locales. Como viene siendo habitual, a
través de las encuestas el partido político que la encarga puede deducir
aspectos a considerar tanto de sus políticos, como de los contrarios; el estado
de opinión de los ciudadanos con respecto a la actuación de un político o
formación política determinada; la opinión que se tiene de los representantes a
nivel provincial o local; el voto en las pasadas elecciones y la intención
futura. Normalmente este tipo de encuestas telefónicas suelen ser bastante
tediosas y depende de la teleoperadora que puedan ser más o menos amenas. Doy
fe que ésta fue más que agradable y me lo pasé ¡bomba! con mis contestaciones,
incluido algún que otro comentario incalificable.
La
encuesta versaba sobre qué opinión se tenía sobre líderes provinciales como
Gabriel Amat (PP), Luis Sánchez Teruel (PSOE), Sonia Rodríguez (delegada de la
Junta de Andalucía), Rosalía Martín (IU), sobre el congresista del PP, Jesús
Caicedo. Y a nivel local sobre el que el rige los destinos de Huércal-Overa,
entre otros.
Aunque
las encuestas suelen fallar en un tanto por ciento destacable, ya que cuando se
realizan aún falta bastante tiempo para la celebración de elecciones, son un
instrumento de medida importante, pero no imprescindible, para que los partidos
puedan conocer, de manera indirecta, por dónde va la intención de voto del
ciudadano. Su conocimiento por parte de nuestros políticos les hace recapacitar
sobre las actuaciones realizadas y los movimientos que tienen que hacer de cara
a los próximos meses. Pues, políticos,
¡a recapacitar!
Foto. El Casino, uno de los edificios
emblemáticos del municipio, que afean el centro del pueblo y son la
demostración palpable de la incompetencia social y política.