martes, 15 de octubre de 2013

Infraestructuras

Se decía hace algunos años que la provincia de Almería era la 'Cenicienta de España'. Esa afirmación era totalmente cierta. Éramos una provincia atrasada porque no había un clamor popular que propiciase un cambio en la mentalidad de los habitantes de estos lares. Si a ello sumábamos la inercia de nuestros políticos durante muchos años, juntábamos el 'hambre con las ganas de comer'. Recientemente en la portada de La Voz de Almería se decía, a grandes titulares, que después de veinticinco años la Autovia del Mediterráneo no se había finalizado, debido a que había varios tramos en la provincia de Granada que no se habían terminado aún. 

Cuando uno ve este tipo de cosas no puede menos que hacerse la pregunta: ¿y no le da verguenza a nuestros políticos que una infraestructura tan necesaria tanto para Granada como Almería, no se haya terminado en tantos años? . ¿Tan desgraciados y poco simpáticos le hemos sido a los políticos que en los últimos veinticinco años han tirado miles de millones de euros en cosas innecesarias, como todos sabemos, y no han podido dedicar unas migajas para terminar esta carretera que parece la del fin del mundo en su tramo granadino? . ¿Será porque somos unos disconformes o porque estamos donde no deberíamos de estar?.
La gente de esta provincia a lo largo de toda nuestra historia pasada y reciente no hemos sido nada reivindicativos, excepto cuando se eliminó a Almería del trazado de la autovía A-7, y la presión popular hizo que el gobierno central recapacitase y volviese a incluir a nuestra provincia en dicha autovía (gracias a ello por Huércal-Overa pasa la autovía). Fruto de esa dejadez se puede recordar que a finales de los años ochenta (más concretamente en 1984) el gobierno de la Nación, decidió por su forro y trompa que la línea de ferrocarril de Baza a Almendricos no era rentable. La consecuencia era cerrarla y dejar prácticamente a todo el Almanzora sin apenas vías de comunicación (menudas carreteras había enntonces). Lo mismo iba a pasar con la vía Almendricos-Lorca, cuya intención era cerrarla igual que la del Almanzora. Pero, ¿qué ocurrió?, que los murcianos no permitieron el cierre de la línea, mientras que los alcaldes del Almanzora, de entonces, no dijeron ni mú. Ahora seguimos reivindicando aquel tren perdido por el Almanzora (que ya no volverá) y el AVE futuro (que no sabemos cuando se pondrá en funcionamiento en suelo almeriense, a pesar de que hay algunos tramos terminados), mientras que la vía de Almendricos sigue abierta y el AVE llegará mucho antes a Murcia que a Almería.
De igual manera la autovía del Almanzora, una infraestrucura que se prometió por la Junta de Andalucía en el 1988, todos sabemos y conocemos cómo está, y ya veremos cuándo podremos viajar desde Huércal-Overa a Baza sin el tormento de los camiones (con todos mis respetos para los camioneros). Menos mal que esa indolencia de los almerienses parece que en los últimos meses empieza a removerse y luchar contra ella, como forma de  llegar a otras metas comunes. Promesas, promesas y más promesas, pero al final los perjudicados somos los que vivimos aquí. ¿Será porque estamos donde no deberíamos de estar?. ¿Seguimos siendo la Cenicienta de España para algunas cosas?


Foto.- Último tren que circuló entre las estaciones de Guadix y Almendricos, en una instantánea en la estación de Zurgena el día 31 de diciembre de 1984. Foto de euroferroviarios.net