Hoy en día vivimos en la era de la
información-desinformación, ya que nos pintan los acontecimientos
acorde a qué medio de comunicación nos los ofrezca y siempre
teniendo en cuenta quién está gobernando en ese momento, dándose
la paradoja de que medios afines a cada uno de los lados oscuros de
la política, le dan caña al propio y no al extraño. La
manipulación de la información es patente, jugando un papel muy
importante los intereses económicos. Al final se demuestra que el
poderoso don dinero es quien manda.
En la práctica totalidad de los ayuntamientos que se precien todos cuentan con un gabinete de prensa que es el encargado de elaborar la información-desinformación que más tarde se remite a decenas de medios de comunicación, tanto digitales como en papel. Lógicamente, en las informaciones contenidas en las notas de prensa se plasma el interés de tal o cual político y en multitud de ocasiones lo que cuentan y la realidad son cosas bien distintas, pero al ciudadano hay que presentársela como un logro, como algo excepcional realizado por ese político o grupo político. Llegado este momento, la presencia en el Consistorio de uno o varios grupos que puedan estar en la oposición, si tienen ganas de trabajar y ganarse a los ciudadanos, puede poner en un brete la información que emana del gabinete de prensa y por lo tanto, poner al descubierto las mentiras y engaños del grupo político gobernante. Actualmente, son numerosas las vías y los frentes en los que la oposición puede actuar en este asunto, pero para que el ciudadano se entere de lo que pasa verdaderamente, ¡hay que tener ganas de trabajar! . De igual manera, los ayuntamientos cuentan con numerosos caminos por donde aflorar la ingente información que desarrollan cotidianamente, aparte de los propios.
Cada cual puede mirar hacia su propio municipio, ayuntamiento o administración más cercana y conocer si lo que dicen los gabinetes de prensa es cierto o incierto. Yo, particularmente, no creo a 'pie juntillas' las informaciones que ofrecen, porque en parte no se corresponden con la realidad, ésta es exagerada o es demasiado interesada, y sólo se puede ver una cara de la moneda.
Foto.- Taller de Baile del Centro de Día de Personas Mayores de Huércal-Overa, al frente del cual estaba Cristóbal Salvador. La foto procede del año 2002, a las puertas del juzgado de la localidad.
Indudablemente a nivel nacional existen
multitud de medios en los cuales poder informarse, a los que hay que
añadir los numerosísimos medios que pululan por el ciberespacio. A
veces es difícil saber hacia qué lado de la balanza se inclinan, pero con
un poco de paciencia se notan dónde están.
Otro caso peculiar es la información
más cercana a la que el ciudadano puede tener acceso, como es la
información de su propio ayuntamiento, o sea la información que de
primera mano puede obtenerse en el día a día de las actuaciones
municipales.
En la práctica totalidad de los ayuntamientos que se precien todos cuentan con un gabinete de prensa que es el encargado de elaborar la información-desinformación que más tarde se remite a decenas de medios de comunicación, tanto digitales como en papel. Lógicamente, en las informaciones contenidas en las notas de prensa se plasma el interés de tal o cual político y en multitud de ocasiones lo que cuentan y la realidad son cosas bien distintas, pero al ciudadano hay que presentársela como un logro, como algo excepcional realizado por ese político o grupo político. Llegado este momento, la presencia en el Consistorio de uno o varios grupos que puedan estar en la oposición, si tienen ganas de trabajar y ganarse a los ciudadanos, puede poner en un brete la información que emana del gabinete de prensa y por lo tanto, poner al descubierto las mentiras y engaños del grupo político gobernante. Actualmente, son numerosas las vías y los frentes en los que la oposición puede actuar en este asunto, pero para que el ciudadano se entere de lo que pasa verdaderamente, ¡hay que tener ganas de trabajar! . De igual manera, los ayuntamientos cuentan con numerosos caminos por donde aflorar la ingente información que desarrollan cotidianamente, aparte de los propios.
Cada cual puede mirar hacia su propio municipio, ayuntamiento o administración más cercana y conocer si lo que dicen los gabinetes de prensa es cierto o incierto. Yo, particularmente, no creo a 'pie juntillas' las informaciones que ofrecen, porque en parte no se corresponden con la realidad, ésta es exagerada o es demasiado interesada, y sólo se puede ver una cara de la moneda.