viernes, 9 de agosto de 2013

A un buen amigo que se fue

A pesar de que hace unos días tanto Carolina como yo nos despedimos momentáneamente de este blog por motivos estivales, la ocasión ha requerido mi presencia, aunque sea testimonial, para recordar a un amigo que se ha ido, pero no de vacaciones sino para no volver. Se trata de Alberto, que tras una larga y penosa enfermedad, en los brazos de Morfeo se trasladó al mundo de los espíritus donde reina la calma y la eternidad, y allí espera una vuelta futura.