viernes, 27 de marzo de 2015

17 para 4


Las recientes elecciones autonómicas celebradas en Andalucía nos han deparado una serie de datos y sorpresas que, aunque en cierto modo se esperaban, han abundado en una nueva forma de pensar de los políticos y de actuar de los ciudadanos. Indudablemente se esperaba una bajada en intención de voto del Partido Popular, pero no hasta el extremo de ser la fuerza más votada en el año 2012 y convertirse en la segunda en 2015, con una pérdida tremenda de votantes, producido, en su mayor parte, por los recortes, así como por la no aprobación de promesas electorales. El electorado popular no les ha perdonado. A este electorado no le ha bastado el mensaje único de la recuperación económica. De igual manera el Psoe ha logrado mantener el tipo en el territorio andaluz, a pesar de los incruentos episodios diarios de corrupción que le vienen afectando muy directamente. Parece que a su electorado este tipo de hechos no le hace mella.