viernes, 23 de mayo de 2014

¿Debemos votar?

La celebración de las elecciones europeas no ha creado un clima propicio en la calle, ni ninguna expectativa. Nadie habla de este tema. Me da la impresión que van a pasar sin pena ni gloria, excepto por un detalle, que posiblemente sean las que obtengan el máximo porcentaje de abstención y votos nulos.
Soy del pensamiento de que la participación hay que favorecerla desde distintos puntos de vista y creo que la población, en general, desconoce qué significa pertenecer a la Unión Europea. Gracias a la UE nuestro país se ha venido nutriendo de fondos europeos con los cuales se ha potenciado el desarrollo de sectores sociales y económicos en todos los rincones de este país, en los últimos años. Quién no recuerda, aunque sea vagamente, los miles de carteles de proyectos públicos en los que rezaba: 'con participación de fondos europeos' .
Reconozco que en la percepción que tenemos los españoles sobre para qué sirven estas elecciones europeas y su importancia en la política nacional, han tenido mucho que ver los dos grandes partidos políticos, PP y PSOE, con sus vendettas partidistas y el tú más, que lo que ha suscitado es que el hecho europeo y la importancia de estas elecciones no se haya explicado en toda su extensión. De igual manera, la importancia del grado de corrupción que mancha el buen nombre de nuestro país, del interés partidista, de políticos inútiles con mente obtusa, y así un largo etcétera, va a propiciar que muchos españoles no acudan a las urnas el próximo domingo.
Desde mi punto de vista esto es un gran error, ya que con nuestro voto podemos orientar qué tipo de política queremos que se haga en la Unión Europea en los próximos cinco años. Política que se va a aplicar, igualmente, en España. De ahí que el voto pasivo se nos puede volver en contra. Cada cual vote según sus gustos, preferencias y conciencia. Arriba, abajo, derecha o izquierda. Hay muchas opciones. Debemos votar. Luego no nos quejemos.