jueves, 21 de mayo de 2015

Los nervios de nuestros políticos


Intensos días se están viviendo por estos lares con motivo de la celebración de las próximas elecciones municipales que posibilitará la continuidad o el cambio en los equipos políticos de muchos ayuntamientos de nuestra provincia. Días que están propiciando que los nervios afloren como caparazones inseparables a la enjundia de nuestros políticos.

En muchas ocasiones he pensado en esta circunstancia. A nuestros políticos parece que les va la vida en ello. El nerviosismo aflora por todos los poros de sus cuerpos. Y muchas veces me he preguntado, ¿qué tendrá el poder que tan ansiosamente es perseguido por los humanos?¿Es como la droga a los drogadictos que quien lo prueba no puede pasar sin él? ¿Qué tendrá el poder que vuelve a los amigos contra amigos, vecinos contra vecinos y familia contra familia?. El poder es algo momentáneo, transitorio e irrelevante, pero la consecuencia última es la división que crea en las sociedades, en los pueblos, en los ayuntamientos y sobre todo, en las familias.
La contienda ideológica que llevan los políticos a la sociedad es buena intrinsecamente, ya que con ella podemos ver y conocer las actitudes y pensamientos de aquellas personas o grupos que quieren dedicarse a nuestras sociedades con unos determinados fines y objetivos. Pero no todo es relevante e ideal, sino que en la política aflora lo más descarnado del alma humana.
Como ejemplo de lo anterior se puede comentar lo acontecido en nuestro municipio en los últimos días, que surge como consecuencia de críticas, más o menos exacerbadas, realizadas por los partidos en los púlpitos que son los estrados de los mítines políticos, ante una masa de gente que más o menos se deja influenciar por los mensajes que emanan de las 'gentes políticas'.
A veces estos mensajes se realizan sin ningún tipo de lindeces ni límites, impactando de manera directa en el contrario o sus gentes afines, de manera que producen enfrentamientos directos, 'cuerpo a cuerpo', con consecuencias apenas creibles. Y vuelvo a decir lo del principio, ¿qué tiene el poder que es capaz de llevar a las personas a esos extremos?.
Puedo decir que llevo bastantes años viviendo en este pueblo, y lo que estoy viendo y oyendo en estas elecciones, no lo había visto nunca y mucho menos agresiones personales. La agresividad y el nerviosimo de los candidatos es altamente patente. Estoy seguro que una parte ínfima de la población estará disfrutando con los acontecimientos vergonzosos que han estado sucediendo en el municipio en estos últimos días, pero estoy seguro que la inmensa mayoría de gentes de este pueblo, habrá tenido 'vergüenza ajena' por lo acontecido. Esperemos que el día de la elección no se reproduzcan episodios como los ocurridos.

Anécdota.-

Ya para finalizar quiero contar que episodios como los actuales y peores ya ocurrieron en los años 90 en este pueblo. Y una anécdota de entonces. Por aquellos aciagos años yo era el corresponsal de La Voz, y por lo tanto asistía a todos aquellos interminables y accidentados plenos que se celebraban en el ayuntamiento. Cómo estaría el ambiente en las calles que recuerdo a un grupo de personas del pueblo que cada vez que iba a celebrarse un pleno me preguntaban con sorna y con tensión en la voz: 'Ginés va a haber sangre en el pleno, si o no' . Ese era el ambiente que la política creó en la calle. ¿Aquel ambiente es el que hay hoy?. La respuesta …cada uno.

Elecciones.-

Cuatro opciones políticas son las que se presentan para ocupar el sillón de la Alcaldía de Huércal-Overa el próximo domingo. En su defecto si no hubiese mayoría de uno de ellos, sería legal una coalición entre dos o más. He dicho legal porque así lo contempla la ley. La moral y la ética quedan en otro plano. Cada cual ha tenido cuatro años para evaluar el trabajo de los partidos presentes, por lo que, como ciudadanos tenemos la obligación y el derecho de votar a la opción que más cuadre con nuestros intereses o con los intereses del pueblo. Lo que salga de las urnas el próximo domingo 24, lo habrán querido los huercalenses, en cualquiera de los caminos posibles. Siempre he pensado que el pueblo no se equivoca nunca, excepto que se deje engañar.
Buen domingo y buenas elecciones.



Foto. Celebración de Pleno en el Ayuntamiento de Huércal-Overa. 2008