jueves, 4 de septiembre de 2014

Elección de alcaldes

Aparte del gran revulsivo que ha supuesto la confesión de Pujol de fraude continuado a la Hacienda Pública y a los catalanes en los últimos treinta y cuatro años, una de las grandes noticias políticas del verano ha sido la introducción en el debate político, por parte del Partido Popular, el asunto de la elección directa de los alcaldes por los ciudadanos, lo que ha hecho que el patio político se haya desmadrado desde los partidos de la oposición y puede que con razón. Sí hay que reconocer que este asunto lo llevaban los populares en el programa de las generales de 2011 y también hay que recordar que los socialistas lo llevaban hace unas legislaturas. Por lo tanto, aunque con un desfase temporal tanto unos como otros estaban de acuerdo en llevar el susodicho punto adelante.

Pero qué ha ocurrido para que uno lo olvidase y lo dejase de lado como tema prioritario y otro, llevándolo en su programa quiera ejecutarlo y hacerlo posible.

El Partido Socialista lo llevó en su programa hace unas legislaturas en previsión de una pérdida importante de alcaldías bien por la pérdida en si o producidas por las alianzas de partidos contrarios, alguna contranatura, que se han venido produciendo periódicamente a lo largo y ancho de nuestra geografía nacional. Qué ha ocurrido con el PP en la actualidad. Pues que le está ocurriendo lo mismo que a los socialistas, que ven que se les escapa de las manos el inmenso poder que los españoles pusieron en sus manos en el año 2011 y que, debido a los recortes, a las medidas adoptadas con respecto a Europa, a los movimientos ciudadanos y a todas aquellas que se refieren a la corrupción (sean ciertas o no) , éste se les va a ir por el sumidero, máxime cuando hay una juramentación de los partidos de la izquierda de no dejar gobernar a los populares aunque sean la fuerza mayoritaria, como ya ocurrió en Andalucía en las pasadas autonómicas, que una alianza de la izquierda no les dejó gobernar.

Habrá que leer detenidamente el articulado de la ley que los populares pretenden aprobar de cara a las municipales del próximo año y cómo va a quedar tras su debate en el Congreso de los Diputados. La verdad es que a partir de ahora se van a hacer muchas especulaciones al respecto, mientras que no se sepa con exactitud el contenido de dicha ley. Porque, si un partido mayoritario en votos, pero sin alcanzar la mayoría de concejales, puede hacerse con la Alcaldía para gobernar cómodamente en esa legislatura, de esa manera se tergiversa el concepto puro de mayoría, aunque sea legal. La ley trasgrede la voluntad mayoritaria de los ciudadanos, que han expresado en las urnas que un único partido político no debe de obtener la Alcaldía sin la mayoría absoluta de votos emitidos en ese municipio. En su defecto, es ético alcanzar la mayoría mediante coalición de dos o más partidos, aunque en multitud de ocasiones quien alcance esa Alcaldía no sea de nuestro agrado y no sea uno de los más votados. Eso es democracia, nos guste o no.

Indudablemente esta propuesta que el Partido Popular va a presentar para su debate entre los partidos en el mes de septiembre, ya cuenta con las críticas y oposición de todos los grupos políticos, incluido el Psoe al que le beneficiaría esta medida, debido a que piensan que es una manera torticera, aunque legal, de seguir manteniendo el poder municipal en la mayoría de capitales españolas y en muchos pueblos de la geografía nacional, a la vista del descenso continuado de intención de voto a este grupo político.

En el caso de que en la próxima legislatura, que lo dudo, el Psoe pudiera llegar al gobierno nacional estoy casi seguro que esta ley, que, probablemente, se va a aprobar ahora si o si, no sería una de las que se derogarían de entrada por el beneficio para dicho grupo le va a reportar su aprobación.

Mientras tanto, los ciudadanos y votantes podemos llegar a contemplar cómo se tergiversa el poder de convicción de nuestro voto, pudiendo convertirse en papel mojado.

Medidas como esa lo único que van a producir es que la población española se vaya escorando y optando por grupos minoritarios que introducen como elemento disuasorio ante el votante la ética y el poder directo del ciudadano, aparte de otros elementos de juicio que más tarde exploraremos.
Foto.- Mayo de 2008. Vecinos del Centro Histórico sacan en procesión a San José como parte de las fiestas que se celebraban en el centro del pueblo organizadas por la asociación de vecinos.