Menuda polémica se ha montado con la aprobación por el Consejo de Ministros de la que será nueva Ley de Educación, LOMCE, para los próximos años (¿cuántos serán?) y sobre la cual ya pende la amenaza de los socialistas de que estará vigente hasta que entren ellos al poder, al igual que hizo Zapatero cuando ganó las elecciones, no dejando que entrase en vigor la ley de educación que Aznar había aprobado en la última etapa de su gobierno. Así no vamos a ningún sitio.
Este es el eterno dilema de nuestro país. ¿He dicho país? . ¡Perdón! . He querido decir ¡batiburrillo de pequeños reinos de taifas que son las comunidades autónomas! , con su virrey correspondiente y con afán de poder notorio.
A colación de este enorme despropósito, un artículo de Fernando García de Cortazar titulado, 'La destrucción de la enseñanza' y publicado en ABC el pasado domingo, da en la diana de la problemática que España tiene actualmente con la educación.
La escuela, desde que entró la democracia hace más de treinta años, ha sido el laboratorio y el campo de batalla donde medir la ideología de los partidos. Mientras en otros países los cambios se han ido produciendo paulatinamente con el devenir de los años, aquí, han llegado precipitadamente y prácticamente sin consenso, con las consecuencias de todos conocidas. ¿Se puede permitir un país cambiar siete veces de leyes de enseñanza en un lapsus de tiempo de treinta años? . Cada partido y ha aplicado su ley sin importarle lo que el vecino dijese o pensase. En estos momentos, el Ministro Wert, desde el punto de vista ideológico del PP, piensa que lo acontecido con la Logse en los años en que el PSOE estuvo en el gobierno nacional, ha sido un fiasco, utilizando los datos conocidos de que más de un treinta por ciento del alumnado abandona el entorno escolar antes de finalizar sus estudios, los famosos informes Pisa sobre alumnado, etc. Sin ánimo de justificar a nadie, a Wert se le tenía que dar la posibilidad de poder aplicar dicha ley, ya que en este país existe una 'emergencia educativa' , y poder ver en pocos años si ha sido positiva o negativa y entonces, actuar en consecuencia.
Nada debe nacer con una espada de Damocles sobre su cabeza, porque la misma ondeará una y otra vez a lo largo de la Historia.
Este es el eterno dilema de nuestro país. ¿He dicho país? . ¡Perdón! . He querido decir ¡batiburrillo de pequeños reinos de taifas que son las comunidades autónomas! , con su virrey correspondiente y con afán de poder notorio.
A colación de este enorme despropósito, un artículo de Fernando García de Cortazar titulado, 'La destrucción de la enseñanza' y publicado en ABC el pasado domingo, da en la diana de la problemática que España tiene actualmente con la educación.
La escuela, desde que entró la democracia hace más de treinta años, ha sido el laboratorio y el campo de batalla donde medir la ideología de los partidos. Mientras en otros países los cambios se han ido produciendo paulatinamente con el devenir de los años, aquí, han llegado precipitadamente y prácticamente sin consenso, con las consecuencias de todos conocidas. ¿Se puede permitir un país cambiar siete veces de leyes de enseñanza en un lapsus de tiempo de treinta años? . Cada partido y ha aplicado su ley sin importarle lo que el vecino dijese o pensase. En estos momentos, el Ministro Wert, desde el punto de vista ideológico del PP, piensa que lo acontecido con la Logse en los años en que el PSOE estuvo en el gobierno nacional, ha sido un fiasco, utilizando los datos conocidos de que más de un treinta por ciento del alumnado abandona el entorno escolar antes de finalizar sus estudios, los famosos informes Pisa sobre alumnado, etc. Sin ánimo de justificar a nadie, a Wert se le tenía que dar la posibilidad de poder aplicar dicha ley, ya que en este país existe una 'emergencia educativa' , y poder ver en pocos años si ha sido positiva o negativa y entonces, actuar en consecuencia.
Nada debe nacer con una espada de Damocles sobre su cabeza, porque la misma ondeará una y otra vez a lo largo de la Historia.
