jueves, 16 de mayo de 2013

Relativismo político

El devenir de los tiempos ha venido a demostrar que todos los aspectos relacionados con la vida cotidiana son relativos, los cuales han sido influidos por un relativismo social y político que ha convertido a esa nueva vida en algo sorpresivo para muchos ciudadanos. Se ha arraigado tanto en la sociedad que muchas de las cosas que en el pasado eran inmutables, ahora se han desecho en aras del postulado de 'todo se puede cambiar' . Lo que ayer era bueno hoy es malo. Lo que ayer era blanco hoy es negro.
Y en ese relativismo al que me refiero gran parte de culpa la han tenido los poderes públicos, llamémosles gobiernos nacionales, autonómicos y donde podemos verlo más directamente, es en los poderes locales o municipales. Se ha cambiado la ideología por un conglomerado gigantesco y nauseabundo de intereses de todo tipo, en los que predominan los de tipo económico. Este relativismo ideológico hace que se nos intente demostrar y ofrecer como bueno y exquisito, un producto ya utilizado en una corriente determinada, pero manchado como una servilleta usada y tirada a la papelera. Lo peor para el ciudadano es caer en la trampa de la gran mentira que es la política.
Cierto es que existen muchos ciudadanos, asociados a partidos políticos, que con su buen hacer dan una cara que no representa a la realidad total sino parcial. Por desgracia son los menos. El relativismo es bueno si se dosifica. En caso contrario destruye a la sociedad, como está pasando con la española que, por desgracia, no sabe a dónde va.


  Foto: Constitución del Club de Leones en abril de 2005