miércoles, 12 de junio de 2013

El perfil del político

Mucho se viene hablando de los políticos en los corrillos, medios de comunicación y en cualquier otro lugar donde se junten varias personas. Los piropos más sonados que se les aplican a este grupo de personas que se dedican a la política son los de : chorizos y sinvergüenzas. Bueno, no deberíamos ser tan expeditivos, ya que dentro de la casta de los políticos los hay que se dedican a trabajar con esfuerzo y entereza por sus conciudadanos (estos los podemos encontrar en todos los grupos políticos) y aquellos que se dedican a sisear, robar, aprovecharse, arrimar el ascua a su sardina familiar o de amistad.... etc. (también los podemos encontrar en todos los grupos políticos) .
Pero en función de la relación que cada persona pueda tener con ese político de turno, según la cercanía nos podemos encontrar al político nacional al cual valoramos por su buen o no hacer político en aquellas medidas que sean o no beneficiosas para la colectividad. Otro es aquel que nos ofrece el político autonómico y el provincial, de parecido calibre al anterior, pero en el que las medidas que se adoptan van dirigidas a una colectividad más reducida y cercana.
Y por último, el perfil local o municipal. Este es el más cercano, porque nos cruzamos con ellos por la calle, en el bar o en algún acto social. Este último tiene que tener una serie de características especiales y cercanas al ciudadano que lo conoce (aquí ya no se da gato por liebre) . Tiene que ser agradable en el trato y diplomático en su relación con los vecinos; tener mano izquierda con sus conciudadanos; que atienda en cualquier momento que se le demande; que sea de verbo fácil y que cuando mire al contrario lo haga con respeto y educación. Pero hay unas características fundamentales y prioritarias que debería de llevar como su propio ADN: que no engañe ni sea embustero, ni mentiroso y que cumpla lo que promete. Estas últimas cualidades, por desgracia, son muy pocos los que las practican y las cumplen, mientras priman los intereses de grupo. Todo político local o municipal debe de saber y tener como una máxima personal que 'por donde se entra, se sale' , mejor o peor, pero se sale. Los ciudadanos de los pueblos ya no se dejan engañar por sutiles promesas que luego no se cumplen, máxime en estos tiempos de crisis que corren y donde las oportunidades son mínimas.

Foto: Una imagen que afea el centro del pueblo. Al fondo las ruinas del Casino Principal. Cuando la política interesada choca con la sociedad civil, malo.